Vecinos, militantes, artistas, especialistas en cultura y gestores culturales compartieron sus experiencias y propuestas en los barrios de Buenos Aires sobre qué política cultural tenemos y qué política cultural queremos. La posibilidad de discutir participativamente nos permite pensar en una nueva forma de gobierno sin renunciar a las conquistas culturales ni a la historia de las luchas populares y sociales. Nos permite construir un espacio progresista, nacional y popular con capacidad para aportar soluciones a la realidad cultural de la Ciudad.

miércoles, 29 de junio de 2011

Tercer Foro: Industrias Culturales y Medios de Comunicación: Herramientas para la Democracia y la Participación






3° FORO DE DISCUSIÓN
POLÍTICAS CULTURALES PARA LAS COMUNAS
Industrias Culturales y Medios de Comunicación: Herramientas para la Democracia y la Participación

ERNESTO LARRESSE – (Candidato a Comunero por Nuevo Encuentro Comuna 14)
Ernesto contó acerca de su trabajo como actor en diferentes etapas del país y de la ciudad de Buenos Aires y se refirió al momento actual de la ciudad como análogo a la “siesta cultural” de los 90. Agregó que cultura es un concepto vasto que no tiene que ver sólo los espectáculos teatrales, las películas o las pinturas, sino también los comportamientos ciudadanos, los debates sobre un estreno de una obra teatral, y en resumidas cuentas, todo lo que el ser humano hace. Lo que falta en la ciudad con urgencia es la intervención del estado para evitar el deterioro del patrimonio cultural, como el Teatro y el Centro Cultural San Martín, en lugar de continuar con la actual tendencia de tercerización, privatización, cuando la cultura no es comercial, va por otro lado, no puede quedar atrapada en la lógica de que “si no factura, no sirve”. En cambio, debe invertirse en cultura y educación, abandonando el concepto de gasto, tal como ya lo ha realizado Daniel Filmus en su gestión al frente del Ministerio de Educación de la Nación.

 VALERIA DOTRO (Responsable de contenido de Paka-Paka)
Valeria nos contó por qué Paka-Paka es una política pública y educativa y cuál es la mirada que expresa. El proyecto se inició a raíz de la preocupación de un grupo de profesionales acerca de la TV actual argentina (a nivel país predomina la TV por cable), que funciona como catálogo de productos y donde las caras, las voces, las familias, los hogares, poco tienen que ver con las realidades de los chicos y chicas argentinos y latinoamericanos y definitivamente no los representa. A partir de ello, este equipo de especialistas en educación, comunicación, televisión, arte, decidió investigar cómo aprenden los chicos a conocer, a crecer, a hacer, a relacionarse con otros a lo largo y ancho del país y luego debatir esas experiencias. Tenían como objetivo hacer política educativa y cultural corriéndose de los prejuicios sobre los chicos, pensándolos como sujetos hoy (no sujetos “en preparación para ser adultos”), sujetos de derecho con capacidades, protagonistas de sus propias vidas y no sujetos de consumo, logrando así que esos chicos pudieran reconocerse, verse representados o no verse representados y decirlo. Todo esto desde la consideración de la TV como agente de socialización que debe ampliar su oferta cultural, con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual como marco y en contra del sentido común instalado de que la televisión pública es mala y aburrida, aún queriendo trabajar con otros tipos de enunciación y ritmos distintos de los de la TV comercial. El de la calidad y la estética, junto con el tratamiento de la diversidad cultural, fueron desafíos permanentes y uno de los métodos de trabajo fue la capacitación conjunta de guionistas, programadores, casas productores y especialistas para aprender más sobre los chicos y respetar y conservar la mirada que se plantearon al inicio. Finalmente, explicó la disputa con Cablevisión que se rehúsa a respetar la grilla ordenada por la AFSCA, dejando fuera a Paka-Paka, por un lado; y por otro lado manifestó que ante la dificultad de cumplir con las cuotas de programación de producción propia de los canales, ellos ofrecen brindar la programación de su canal, pero pidiendo como contrapartida la producción de pequeñas piezas televisivas.

SANTIAGO MARINO (Coordinador Académico de la Maestría de Industrias Culturales de UNQUI)
Santiago se refirió la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual partiendo de tres ideas centrales: que los medios de comunicación masiva son actores políticos, sociales y económicos; que la radio y la TV deben ser reguladas porque usan el espectro radioeléctrico, que es un bien finito y patrimonio de la humanidad; y porque, en términos democráticos, debe ser tutelado el derecho humano a la información. Nuestra ley constituye un avance democrático tanto en su texto como en el proceso de su elaboración y sanción, pero sin embargo debe considerarse como un punto de partida y no como un punto de llegada. En lo que se refiere a su texto es un gran avance, en primer lugar porque reconoce a tres tipos diferentes de actores que pueden acceder a las licencias: el estado nacional, los privados con fin de lucro y los privados sin fin de lucro, que hasta ahora habían quedado excluidos. Esto estimula la participación ciudadana en la producción de mensajes y la reducción de los altos niveles de concentración de la propiedad. En segundo lugar, se elevan los requisitos de producción propia nacional, limitando el hecho de que en otras provincias del país se retransmita permanentemente lo producido en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires, aumentando la diversidad de contenidos y maneras de narrar y favoreciendo la creación de puestos de trabajo locales. En tercer lugar, se democratiza el organismo de aplicación que cuenta ahora con siete miembros: dos nombrados por el Poder Ejecutivo, tres por la segunda y tercera minorías parlamentarias y otros dos por el Consejo Federal (donde también participan las cámaras empresarias y las comunitarias), uno de los cuales debe pertenecer necesariamente a una universidad nacional. Por otro lado, también ha constituido un avance en el proceso porque la iniciativa comienza en la UBA, es incluida en la agenda por el gobierno en 2004, luego discutida por la sociedad civil en foros desarrollados en todo el país, incorporando propuestas, toma estado parlamentario y es también discutida mediante audiencias públicas en las dos cámaras hasta llegar a su sanción. Sin embargo, hay muchos aspectos que él considera que se deben mejorar como los mecanismos políticos en su implementación para evitar los lobbies, la ausencia de normativa que permita a las empresas de telefonía básica acceder a licencias de TV por cable con la contrapartida de la desconcentración del mercado de telefonía básica, la no integración a la normativa de las características de la norma adoptada para TV digital y sus consecuencias en el otorgamiento de licencias y que el fomento a la producción y a la diversidad de voces y contenidos no está acompañado con un plan real de financiamiento de la misma.

ADRIÁN CAIAFA (Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina)
Adrián nos contó sobre la gestación del proyecto de creación de un distrito audiovisual del PRO, que lo que busca es consolidar la posición de las empresas que ya están instaladas, generar un negocio inmobiliario, y beneficiar con la exención de gravámenes a empresas que no se dedican a la producción de contenidos (como los cines) y que no son empresas nacionales. SICA comenzó entonces a elaborar un proyecto propio cuestionando la delimitación de una zona para estimular la producción audiovisual industrial, sobre el argumento de que cine puede hacerse en cualquier lugar y en cualquier momento y en contra de la especulación inmobiliaria. La propuesta del sindicato beneficia con la exención del pago del impuesto a los ingresos brutos a las empresas que producen (no a las casas de alquiler, videoclubes ni distribuidoras de material extranjero) y exige a los empresarios no tener deudas y cumplir con todos los requisitos laborales. Este proyecto se discutirá próximamente con el PRO.

EDGARDO FORM (Candidato a Legislador por Nuevo Encuentro)
Edgardo se refirió a la oportunidad actual de generar un cambio de signo en la ciudad de Buenos Aires, poniéndola en sintonía con la Nación para generar una continuidad en ciertos aspectos y una profundización de otros. En lo que se refiere a políticas culturales se centró en tres conceptos: en primer lugar, como dijo José Martí, “hay que ser culto para ser libre”, es decir, hay que acceder a la cultura, a los frutos del trabajo humano en general para tener la posibilidad de elegir y ser partícipes; en segundo lugar, debe existir un estado presente y activo que garantice que todos y todas gocen de ese acceso a la cultura en todas sus expresiones, en sentido contrario a lo que propone el actual gobierno de la ciudad (estado mínimo y mercado absoluto) y que genere políticas públicas; en tercer lugar, que la democracia participativa no sea retórica ni formal, sino que constituya una realidad, llevando esta concepción al parlamento, a través de leyes y normativas que combinen el alto presupuesto de la ciudad con una voluntad política hoy inexistente, que multiplique la generación de riqueza a través de las industrias culturales, pero además contribuya a la transmisión de valores éticos y morales, ya que asistimos a una batalla cultural entre quienes representan la persistencia de modelos perniciosos donde las consecuencias las pagas los sectores postergados y quienes representamos el cambio. Una propuesta concreta en este sentido es la creación de por lo menos una radio por comuna que canalice la información, las demandas locales y estimule la comunicación entre sus habitantes y con los de las comunas vecinas.

RODOLFO HAMAWI (Director Nacional de Industrias Culturales de la Secretaría de Cultura de la Nación)
Rodolfo explicó que existe una tradición política de considerar a la cultura como un derivado político-ideológico, cuando en realidad hoy ocurre lo contrario, ya que la única posibilidad de consolidar un proceso de desarrollo es que la cultura esté en el centro. Debemos aprovechar esa oportunidad hoy en la ciudad, donde existe un concepto de “barrio cerrado”, porque al tener una gran parte de su población recursos propios, desconoce la importancia de lo público y considera que el estado no tiene ninguna función. Es necesario entonces, profundizar esta batalla por los sentidos que nos lleve a discutir permanentemente qué tipo de sociedad queremos y cómo nos situamos frente a ella, institucionalizando el proceso de cambio, pero abrevando también en las conciencias individuales, en contra del concepto de cultura que propone el macrismo, que combina perversamente una política cultural del evento con una política del miedo (al diferente, al extranjero, al morocho) y que se condensa en la idea de “pasarla bien, pero volver rapidito a casa”. Debemos luchar con esa “ciudad blanca” que propone el PRO, contra el individualismo, el sálvese quien pueda y realizar un trabajo de lo permanente contra lo efímero. Este es el camino que se ha emprendido desde el gobierno nacional, y un ejemplo es MICA (Mercado de Industrias Culturales Argentinas), donde se intentó y se logró poner a los seis sectores que representan las industrias culturales en un espacio común, generando un intercambio ente los mismos sectores, con las universidades, con las provincias, con invitados internacionales, con las PYMES, contribuyendo a comenzar a trabajar sobre las asimetrías geográficas y económicas. Nuestro desafío es seguir trabajando en este sentido, con políticas públicas a largo plazo para enriquecer la concepción cultural de Buenos Aires, su proyecto político y cultural en contra del actual desprecio por lo público y por la participación del estado en las políticas cotidianas.
Luego varios asistentes participaron con preguntas y comentarios acerca de las exposiciones:
Ernesto Larresse: ¿Hay sanciones previstas para la oposición si sigue renunciando a integrar la AFSCA y el Consejo Federal? Santiago Marino: no, ni debería haberlas. Debería haber una “sanción ciudadana”. Además, renunciaron también a conformar una Comisión Bicameral de Seguimiento de la ley, que tiene Presidente (Rossi), pero faltan 7 diputados y 8 senadores, y en donde existe una mayor amplitud de representación política que en la AFSCA, ya que incluye más que la segunda y tercera minoría. Tampoco se definieron los representantes en RTA.
Mónica Hasenberg: ¿No puede hacerse nada ante la diferencia de coberturas informativas entre la TV pública y los canales privados? Santiago Marino: no, y es una suerte que no pueda hacerse nada. Ya se ha despenalizado el delito de calumnias e injurias (ahora es civil). Nosotros debemos apoyar el hecho de que cualquiera pueda decir cualquier cosa. Sin embargo, la tirada de Clarín por ejemplo, ha disminuido notablemente los últimos años. Esto es lo que sí se puede hacer con Clarín.
Vecina de Palermo: ¿Por qué queda afuera de la reflexión sobre cultura el turismo cultural, que parece que se considerara sólo como negocio? Rodolfo Hamawi: es cierto que debe considerarse su importancia, pero hay que tener cuidado con los efectos depredadores del turismo que derivan en que Buenos Aires sea pensada en función del valor del metro cuadrado.
Vecina de Palermo: ¿Se pueden licitar nuevas licencias de TV sin que Clarín cumpla con el artículo de adecuación? Santiago Marino: sí, porque las nuevas licencias que se licitarán son de TDT (TV Digital).

IDEAS CENTRALES DEL FORO
  • Sentido amplio de la cultura y reivindicación del trabajo y el trabajador cultural.
  • Reivindicación de lo público y de la importancia de la presencia del estado en el desarrollo de políticas que garanticen el acceso y la participación en la producción cultural y artística.
  • Contraposición de las concepciones sobre la política, la cultura y la sociedad del actual gobierno de la ciudad y del gobierno nacional.
  • Importancia de las políticas culturales a largo plazo que profundicen la democracia participativa, como es el caso de la LSCA, avance democrático en su texto y en el proceso de su elaboración y sanción.
  • Medios de comunicación como agentes socializadores que deben ampliar la oferta cultural y representar a todos los sujetos, incluyendo a los niños y niñas en función del respeto a sus identidades. Compensación del sector público respecto del privado.
  • Industrias culturales como generadoras de riqueza y de nuevos sentidos.

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